Soñador del atletismo en busca de sus límites...

30 de mayo de 2011

Nuevo paso en busca de la completa recuperación

            Esta semana ha sido una de esas en las que tienes la sensación de retroceder un paso para coger vencida. Esa es nuestra intención. Cada día tengo más claro que tengo que seguir buscando las recetas, fórmulas o tratamientos necesarios para poder volver a correr libre de cualquier molestia. Echando la vista unos meses atrás, veo la suerte que he tenido de poder entrenar este invierno sin molestias, saboreo aquellos momentos, y esa es la sensación que necesito volver a disfrutar.

¿Mejorar? ¿Progresar? No cabe duda que todo atleta, cualquiera que sea su nivel, intentará avanzar, y yo no soy menos. Llega un punto en el que para seguir avanzando, hay que estar al 100%. En un deporte individual como el atletismo, hay que sumar a diario e intentar restar lo menos posible, para lograr unas metas. Tengo claras mis metas, pero me falta estar al 100% físicamente para lograrlo. Tiempo al tiempo.

Esta semana pasada, comenzaba con la resaca de la competición del domingo en Monzón, bastante castigado muscularmente a nivel general, y de la tenosinovitis del flexor en particular. Decidí darme un pequeño respiro. El martes, ya estabamos de vuelta con las fuerzas renovadas. Si bien en invierno, por el césped, mis series cortas preferidas son las de 500m; en primavera, durante la temporada de pista, son las de 400m. Una vuelta. Empezar donde acabar y acabar donde empezar. No soy de recuperaciones activas. Entreno muy aceptable, 10 series de 400m a 1´03”0 de media, con 1´30” de recuperación.

Tras el entreno, se agudizan las molestias de la tenosinovitis del flexor común de los dedos. Hielo, antiinflamatorios y nada. Hasta el punto de no poder dormir tan apenas por el dolor y levantarme muy dolorido. Por medio de Phondy, contactamos nuevamente con el Dr. Balius, para comentarle los progresos iniciales de los primeros días, pero la nueva vuelta al dolor.


Nuevo método, esta vez más agresivo aunque igualmente sin ser invasivo. Nuevo viaje a Barcelona este pasado viernes. Consulta del Dr. Balius en la Clínica CIMA, para la inyección de Factores de Crecimiento, tratamiento que han usado deportistas como Xavi Hernández y Rafa Nadal, para recuperarse de sus problemas tendinosos. Confianza es lo que me transmite que me trate este equipo médico, aspecto muy importante. Si pincháis aquí, os enlazo un blog donde está muy bien explicado el tratamiento.

Nuevamente veo las carencias de los seguros médicos contratados por las distintas federaciones deportivas. Desde que se inicia el proceso hasta que efectivamente se recibe el tratamiento adecuado, pueden pasar varias semanas o incluso meses. Por no decir que las técnicas usadas sean las más idóneas, ya que normalmente son más costosas. En cambio, si se busca una rápida recuperación hay que rascarse el bolsillo. Entonces, ¿de qué me sirve un seguro federativo? ¿Recaudación? ¿Legalidad? No lo sé.

Hasta mitad de esta semana estaré de reposo deportivo, para que la infiltración pueda hacer el efecto deseado. Tras esto, espero volver poco a poco, una vez más, esta vez para quedarme. No me importa hacer este pequeño alto en el camino, únicamente busco la manera de volver a disfrutar del atletismo con continuidad.

Saludos!!!


23 de mayo de 2011

Una semana que echaba de menos.

Ya ha pasado la Liga de Clubes, hemos cumplido con creces. Seguiremos el año que viene en Primera División, ya que no vamos a poder luchar en la última fase por ascender a División de Honor. Ayer, en la competición celebrada en Monzón, nuestro equipo Hinaco Monzón, estuvo luchando de tú a tú con los equipos fuertes de nuestra división.

Finalmente fuimos terceros, os adjunto los resultados. Como podéis ver, en la última página salen recogidas las clasificaciones finales. Nosotros con 171 puntos y los equipos que nos precedieron con 179,5 y 180,5 puntos. El dato curioso es que por tabla húngara, es decir, baremando las marcas, fuimos el equipo, con 28.900, que más puntos consiguió. 
 
En el plano individual en el 3.000, mi competición naturalmente se vio marcada por los últimos entrenamientos, de sensaciones y emociones dispares. Después de la ya comentada semana rodando con continuidad, y sin molestias en el tendón infiltrado. A lo largo de esta semana pasada, me he reincorporado a la rutina del grupo en Monzón y me he puesto manos a la obra con el entrenamiento planificado. Os resumo mi semana.

El lunes iniciamos la semana, con unas series “made in Phondy”, entrenador autodidáctica como ninguno, un auténtico maestro, que año a año, temporada a temporada, juega con nosotros buscando las series idóneas para apretarnos y encontrar nuestra mejoría. Primer entreno en pista del año, completado. 3 x (400m – 800m), mis tiempos en torno a 1´05” y 2´13” de media.

Momento de la carrera de ayer en el 3.000m (Monzón, 2011)
 El martes, repuesto del lunes, un poco de velocidad, diez series de 300m, empezando en 48” y acabando en 45”. Velocidades de vértigo, comparado con mis ritmos de competición en pruebas de fondo. Segundo día superado, con lo más importante, sin molestias. Gemelos en su sitio, tras dos días de pista. ¿Secreto? No usar las zapatillas de clavos.

El miércoles, suele ser día de rodaje. Dependiendo de la intensidad de los dos días anteriores se puede exprimir la maquinaria más o menos. En esta semana, habían sido intensos, pero tenía ganas de correr rápido. Después de una semana sin bajar a Monzón, tenía ganas de volver a dar la vuelta que hemos hecho este invierno con Eliseo la mayoría de días de rodaje. Buenas sensaciones, y efectivamente, para mí rodaje rápido. 16.5km en 57´02min, sobre 3´27”/km de media. Tocaba gimnasio, pero lo conmuté por sesión de estiramientos. 

            Jueves. Día de series largas. Ritmos de competición con recuperación amplia. El entrenamiento donde más gente nos intentamos juntar. Estuvimos dos compañeros de Lérida, los locales Eliseo, Yerno y compañía, además de Cristóbal, atleta andaluz e internacional con España, que estuvo entrenando con el grupo esta semana y la anterior. Hicimos 1.200m – 1.000m – 800m – 400m, y mis tiempos fueron 3´18” – 2´41” – 2´08” – 1´00” –. Gran entreno, que me daba confianza de cara al 3.000m.

Viernes. Nuevo día de rodaje, con la mirada puesta en la competición del domingo, trote cómodo, reservando energías, por los alrededores de Barbastro. 16.8km a 3´52”/km de media. La semana iba redonda, pero al finalizar esta sesión, volvieron a reavivarse las molestias en el tendón, que me está llevando por el camino de la amargura. Tratamiento antiinflamatorio con hielo, hasta el domingo. Con este panorama, el sábado me tomé descanso y dejé descansar el tobillo.

Inicio de la carrera de ayer, a cola de grupo (Monzón, 2011)
Y por fin, llegó el domingo, con la incertidumbre de la limitación que me podían suponer las molestias. El calentamiento fue bien, y tras el disparo las molestias desaparecieron de mi cabeza y me centré en la carrera. Siempre a cola de grupo, ante el nivel de los participantes. Fueron pasando los kilómetros, el primero en 2´52”, segundo 2´51” y terminando el último en 2´44”. En meta 8´27”75, que supone mejor marca personal, buen 6º puesto final. Muy contento con la marca, pero nuevamente con la incertidumbre de mi completa recuperación.

Afrontamos una nueva semana. Pensando en poder seguir acumulando entrenamientos y así poder fijar nuevas líneas de meta. Saludos!!!


17 de mayo de 2011

Hinaco Monzón, un año más en Primera División

           Tras varias semanas, dando un paso para delante y dos para detrás, espero estar ya en el rumbo y ritmo correctos. La carrera de Haro como ya os comenté, fue el inicio de una serie de pequeños problemas, que no me dejaron encadenar convenientemente el plan de entrenamientos. No he podido culminar el trabajo invernal con una buena marca personal, como creía que podía realizar. Declinadas competiciones personales, entre ellas el Campeonato de España de Medio Maratón, tocaba centrarse en los asuntos de mi club, Hinaco Monzón.

En la tercera y cuarta semanas de Abril, podía realizar seis días a la semana de rodajes entre 16 y 17 kilómetros a buen ritmo (sobre 3´50” de media el día más tranquilo y sobre 3´36” el más vivo). La quinta y última semana de Abril, terminaba el 1 de Mayo con la primera cita de la Liga de Clubes en Primera División (por encima aún se sitúa División de Honor).

Foto del equipo participante en Barcelona (2011)
  Semana de rodajes, hasta que el jueves probé a hacer unas series de 1.000m para ver mi estado de forma, de cara a la carrera del día 1 en Barcelona. Resultado desastroso. Los problemas del cuadriceps, en principio estaban solventados, pero en los ritmos altos el tobillo (“tenosinovitis del flexor común de los dedos” mi última gran lesión) me volvía a molestar, como hace casi dos años. El flexor común de los dedos, seguía engrosado, y volvía a dar batalla. Únicamente pude hacer dos series (3´00” y 2´58”) con sensaciones malísimas. Descanso hasta el domingo, inundado en un mar de dudas sobre mi posible rendimiento.

 Domingo. Resultó que no estaba tan mal de forma como imaginaba, y el resultado en carrera me dejó muy satisfecho. El trabajo invernal aún hacía de las suyas. 4º puesto, tras tres atletas de gran nivel, corriendo en 8´37”50. Y lo que es más importante, por clubes conseguimos quedar en 2ª posición. El próximo fin de semana, día 22 de Mayo, lucharemos por entrar en la final de ascenso a División de Honor. Al luchar por el ascenso, evitamos el descenso y consagramos a Hinaco Monzón por decimoctavo año consecutivo en Primera División. El año que viene será el decimonoveno, casi nada.
Dr. Balius
Después de correr en Barcelona, decidimos con Phondy atacar de frente el problema de la tenosinovitis del flexor común de los dedos, antes de que volviera a reavivarse el dolor. Nos pusimos nuevamente en contacto con el Dr. Balius (médico que logró solventar mi periostitis tibial en 2006). El día 4 de Mayo, me dirijí a su consulta en Barcelona, y tras una ecografía, me infiltró en la zona, con la esperanza de que fuera la solución. Sino fuera así, tendría que volver (esperemos que no sea necesario).

Después del necesario reposo deportivo tras una infiltración (unos cuatro días). La semana pasada me puse nuevamente manos a la obra. Nueva semana de tiradas de 16 y 17 kilómetros. Ritmos en torno a 3´45” de media, ritmos donde me siento cómodo y voy trabajando a la vez. Ayer lunes, pude entrenar con el grupo de entreno en Monzón, mis primeras series del año en el tartán, sin ningún dolor en el tobillo. ¡Qué alivio!

Cartel, con foto de la carrera del 3.000m en Barcelona de la primera fase.
Semana de competición, que culminará este domingo con el 3.000m de la Liga de Clubes. Equipos como Universidad del País Vasco, Sabadell y Elche, serán nuestros rivales. En teoría son superiores, pero el domingo daremos el 100% de cada uno de nosotros, para intentar luchar por entrar entre las dos primeras posiciones. Así que si queréis pasar una mañana diferente, estáis invitad@s.

Saludos!!!


11 de mayo de 2011

Eterno desierto (yIV)

            Si algo me caracteriza como atleta, es que soy un rodador nato. Tras superar cada lesión, se debe comenzar con trotes suaves, aumentando poco a poco el volumen, hasta poder correr sin dolor. Mi problema, es que soy como un pequeño cachorro, que cuando lo sacan a pasear se vuelve loco. Me gustan los rodajes, y a poco que pueda correr sin molestias busco ritmos altos donde empezar a trabajar. Gracias a ello, pude participar en septiembre de 2008 en el Medio Maratón de Barbastro, 1h09´44”. Para en su gran mayoría hacer rodajes estaba bastante bien, además de ir prácticamente en solitario en muchos tramos de carrera.

            La temporada 2008/09 se inaugura, el paso por el campo a través fue bastante notable, en Monzón los días de series, se hacían mucho más cómodos los entrenamientos. Buenas competiciones a nivel nacional en Pamplona, Huesca o Haro. Ni rastro de la cintilla iliotibial, ni de la periostitis tibial, ni de la fisura por estrés en el metatarsiano. Nuevo subcampeonato de Aragón de cross en Graus, como hacía un año en Barbastro, nuevamente tras Eliseo Martín.

Campeonato de Aragón de Cross, Graus 2009
             A las dos semanas de Graus, nueva cita del Campeonato de España de Cross por Clubes en Cáceres, el 8 de marzo de 2009. Semana anterior con fiebre, cinco días en cama. Vista la debilidad que tenía en el cuerpo, lógicamente no quería participar, mejor que fuera otro compañero que lo pudiera hacer mejor que yo. Pero al sexto día, viernes, Phondy me comenta que tengo que ir, estamos el equipo en cuadro. Podía hacer vida normal pero…  ¿competir?. Sábado por la mañana, viaje cruzando España, casi 800 kilómetros. El domingo en carrera, sensaciones extrañamente positivas, el cuerpo estaba descansado y competí mejor de lo que pudiera llegar a imaginar. 36º puesto final, mejorando un puesto respecto al año pasado en Madrid. Muy contento.

            Siguiente cita, la cita importante del invierno, el 15 de marzo de 2009, Campeonato de España de Cross Individual, esta vez en Albacete. Los días entre Cáceres y Albacete, son de mejores sensaciones cada vez, y me sirven para terminar de curar el proceso febril. Pero no cabe duda, que el parón no fue positivo. El cuerpo suele tener un subidón tras recuperarse después de cualquier enfermedad, y esa bala se había gastado aparentemente en Cáceres. No obstante, acabé satisfecho con mi carrera, dado el nivel de atletas que había. 41º puesto en la general. Aquí teníamos un buen punto de partida. Después de este resultado, el objetivo sería conseguir entrar en el top-30.

            Las pocas temporadas que haya podido entrenar con normalidad, después del campo a través, hemos hecho un 10.000m, dado que es la prueba donde más cómodo me siento en la pista. Un 10.000m donde lograr marca personal. Lo malo de la prueba del 10.000, es que hay que buscar la prueba idónea, un grupo de atletas de nivel parecido, unas liebres, un buen clima, lugares recogidos del viento, ciudad a nivel del mar si puede ser, demasiados condicionantes para una distancia que no tienes muchas oportunidades de repetir estando en el mejor estado de forma. Pero aún así, había que buscar la mejor opción, ya que como siempre me dice mi entrenador: “las marcas en pista son las que perdurarán”.

La prueba idónea en esta ocasión era en Los Corrales de Buelna, en Cantabria, pista enclavada en el valle de Buelna, recogida del viento costero del mar Cantábrico, pero disfrutando de su clima y apenas 90 metros sobre el nivel del mar. Mi equivocación fue conducir en el día hasta allí, además los meteorólogos acertaron y llovió. La lluvia con moderación, no es mayor problema para correr, pero el inconveniente fue que se retrasaron las anteriores pruebas, y salíamos en carrera con más de una hora de retraso. Disparo de salida.

Buen nivel de atletas. Hasta el 5.000, grupo nutrido de siete atletas pasando en torno a 14´40”. Mi paso fue en torno a 14´45”. Pero a partir del sexto kilómetro, tocó remar, chapotear y hacer lo imposible para llegar. Había vuelto la lluvia a cántaros, tenía los gemelos destrozados y estaba perdiéndole segundos al tiempo. En meta, 30´16”1. Marca similar, a la obtenida en 2003. Pero había terminado un buen 10.000m, un paso importante. Cada paso siempre es un impulso para el siguiente.

Nueva mezcla de bonanzas y desdichas
            Ya en la preparación del 10.000 a finales de marzo, notaba unas ligeras molestias al lado del tobillo, junto al tendón de Aquiles. No le di más importancia. Al empezar a entrenar en la pista es normal tener pequeños dolores hasta que los músculos se acostumbran al cambio de superficie. Pero en esta ocasión, no remitían. Podía terminar el calentamiento con molestias, pero en las series iba incómodo. Días más tarde, en los entrenamientos corría con dolor y al final no podía terminar el entreno. Mareando la perdiz estuve hasta mitad de junio. Mientras tanto, pude correr a finales de abril, el Medio Maratón de Zaragoza, donde logre mi objetivo de ser Campeón de España de Medio Maratón de Policías y Bomberos. El fin llegaría tras las competiciones de la Liga de Clubes, el 17 de mayo de 2009 en Monzón, donde dije basta. Decidí que era el momento de parar. Empezaba a sufrir, a no disfrutar, y esa no era la idea.

Sin saberlo en un primer momento, iba a pasar por un auténtico calvario. La lesión que más tiempo me ha costado sobrellevar, y en la que estuve a punto de arrojar la toalla. Momentos delicados, donde la angustia invade muchas horas del día. Buscando la luz al final del túnel sin encontrarla, día tras día, semana tras semana. Un interrogante constante.

En principio, el diagnóstico no era muy claro, era una tenosinovitis (inflamación de la vaina que recubre el tendón) del tibial posterior o del flexor común de los dedos. Os muestro la zona del dolor, para que veáis todos estos tendones que están situados prácticamente juntos. Una inflamación en esa zona tan limitada, junto al hueso, os puedo asegurar que es dolorosa.


En los últimos seis meses de 2009 y los tres primeros de 2010, estuve prácticamente de reposo atlético. Una lesión de nueve meses. Significó visitar hasta cinco médicos diferentes. Radiografías, una resonancia magnética, una gammagrafía ósea, dos ecografías, una infiltración, renovación en las plantillas, hasta seis inyecciones de ozono, casi cuarenta tratamientos de fisioterapia utilizando ultrasonidos, hielo y compex; además de estiramientos, más hielo y más compex por mi cuenta.

En noviembre de 2009, tras cinco meses, me dieron un primer alta para iniciar los entrenamientos. Empecé con apenas un par de tandas de cinco minutos, pero a las dos semanas volví a recaer. No sería hasta febrero de 2010, cuando ya conseguiría realizar 19 sesiones de carrera continua en ese mes. Y hasta principios de abril cuando daría por medio olvidada la lesión. Medio olvidada porque podía correr sin molestias en el tendón, pero dicho tendón o su vaina, se habían quedado engrosados. Así que no se pudo cantar victoria plenamente.

Vuelta a la competición el 16 de mayo de 2010 en Murcia, con mi club en la Liga de Clubes, un día antes de cumplir un año parado. Volver a competir y correr fue, más que otra cosa, necesario. Había pasado muchísimo tiempo. A partir de aquí, ya no paré y me seguí preparando en nuevos objetivos, como fue el Campeonato de España de Medio Maratón, en septiembre de 2010 y que os expuse al inicio del blog.

Con este capítulo termino de explicar mi trayectoria, en líneas generales, en los últimos años por este fantástico, vital, honesto y adictivo deporte. Llega el presente y el futuro, miles de kilómetros, multitud de nuevas ciudades, amistades, experiencias y competiciones.

Saludos!!!



5 de mayo de 2011

Eterno desierto (III)

            Más que la tercera parte del “Eterno desierto”, se podría denominar “Cambio de rumbo” y es que los meses siguientes que estaban por venir, fueron de muchos cambios. Volveremos a vivir los sabores y sinsabores de este mundillo, y así poco a poco os voy poniendo al día de mis andanzas y vamos acercándonos a la actualidad. Tengo ganas que centrarme en el presente y en el futuro, pero me gustaría que vierais la evolución llevada y quizás entendáis mejor el porqué de alguna de mis decisiones.

Con el inicio de la temporada 2006/07 emprendí mi etapa en la categoría Senior. Categoría donde estaré, si todo va bien, hasta mi paso a Veteranos, dentro de unos cuantos años. Como habréis visto, las anteriores temporadas no fueron todo bien que nos hubiera gustado tanto a Phondy, como a mi familia, como a mí. Con 22 años recién cumplidos era el momento de apostar, de arriesgar por un deseo, por un sueño.


Por el 2006 comenzaba un nuevo curso en la Universidad de Zaragoza, seguía cursando Administración y Dirección de Empresas, pero desde siempre me había gustado tocar muchos palos y aunque los estudios me costaran más tiempo, mi deseo era seguir haciendo lo que más me gustaba. Vivía en Zaragoza y entrenaba prácticamente en solitario. Necesitaba centrarme en algo. Por muchas bofetadas que me dieran las lesiones, yo ponía siempre la otra mejilla. Necesita cobijarme en un grupo de entrenamiento para que no se hiciera tan duro entrenar a diario. Pero los estudios no los debía ni quería dejar.

En las Navidades de 2006, hablando con Phondy, surgió la posibilidad de ir vivir a Monzón con Xavi Caballero, centrarme en entrenar unos meses, ver si realmente merecía la pena el esfuerzo o dejarlo y centrarme en mi carrera académica. Decidí arriesgar, no quería quedarme con la sensación de no haberlo intentado por todos los medios. Cara o cruz.

Sabíamos que era un año complicado, porque comenzaba mi andadura por la categoría Senior, el paso a competir con los atletas de élite. Mi objetivo no era ese, mi objetivo era ver que progresión podría llevar. Comencé el año 2007 en Monzón, entrenando con gente a diario, centrado en el atletismo, corriendo con el sol matutino, descansando las horas necesarias, pudiendo doblar sin complicaciones, con un compañero de piso como apoyo determinante, vida más independiente y a la par nuevas responsabilidades. Me gustaba. Volaba del nido, estaba con ganas de no fallar a nadie, de no fallarme a mí mismo. Mi estado de ánimo siempre va emparejado con mis sensaciones a la hora de prepararme. Estaba motivado y eso se notaba entrenando. Era feliz.

A finales de febrero e inicios de marzo, llegaría un primer punto de inflexión, llegaron los Campeonatos de España de Cross, primero en Jerez de la Frontera por equipos, y más tarde en Cáceres por autonomías. Resultados aceptables para la carga de trabajo que llevaba. Con cuatro meses de trabajo en Monzón, encadenando entrenamientos notables llegó el momento de competir y valorar el trabajo. El resultado fue muy satisfactorio, corriendo en seis semanas, entre finales de abril y principios de junio, cuatro carreras, haciendo marcas personales en las cuatro. 

Liga de Clubes en Primera División. 3.000m.
En primer lugar, en la Liga de Clubes en Primera División con mi equipo en el 3.000m, 8´29”54. La semana siguiente corriendo el Medio Maratón de Zaragoza en 1h08´21”. A continuación, dos semanas después, me desplacé a Vigo a correr un 10.000m, 29´56”83. Por último, otras dos semanas más tarde, en Barcelona competí en 14´40”25 en 5.000m. Al caer la moneda había salido cara.

Los resultados eran positivos, pero vimos con Phondy, que podría seguir habiendo margen de mejora. De hecho en el 10.000m pasé por el 5.000m, a mitad de carrera, en un tiempo de 14´48”, buen paso, pero lo penalicé en la segunda parte. Me quedé con ganas de más en ese 10.000. A las dos semanas, parar en crono en 14´40”, me supuso marca personal, pero viendo el paso del 10.000m me supo a muy poco. Lo importante era y es ir avanzando, aunque sea poco a poco, cualquier paso adelante me sirve.

Aquel verano con los deberes cumplidos, me dediqué a correr carreras pedestres por Aragón, como forma de intentar mantenerme en forma y de divertirme. Hasta 25 carreras llegué a disputar ese verano. Además me busqué otras distracciones. Me preparé una oposición para trabajar, quería quedarme por la zona, poder seguir entrenando como aquella primera mitad de año, gracias en gran parte a Xavi. Todos tenemos claro que el atletismo no es como otros deportes más mediáticos, y había que buscarse dónde ganarse el pan. Había sido medio año viviendo por y para el atletismo pero, por el momento, no era forma viable de vida.

Finalizaba el verano y empezaba una nueva temporada, la 2007/08. Después de concluir un gran año de entrenamientos y competiciones, había una buena base donde comenzar a trabajar. Nuevos planes de entreno y la campaña de campo a través por iniciarse, con el objetivo final del Campeonato de Aragón Individual en casa, en Barbastro e intentar hacer un gran puesto en el Campeonato de España Individual en Tarancón (Cuenca).

Pero mi primera meta era la oposición, que llevaba medio año preparando, y que sería a mitad de noviembre. Hasta esos días sí que prioricé en el estudio, dado que si no aprobaba, no habría más opción que la de volver a entrenar en Zaragoza, solo, y retomar mis estudios universitarios. Finalmente, aprobé la oposición, y conseguí un trabajo, si bien era a turnos, me dejaba bastantes horas libres al día además de días de descanso. Me enfrentaba a un nuevo reto, intentar conseguir acumular la cantidad de trabajo del invierno pasado quitando ocho horas al día.

No diré que fue fácil, pero con ganas todo se consigue y tarde o temprano, me acabé acostumbrando al trabajo y al entreno. Doblar algunos días de descanso del trabajo y así conseguía ir entrenando al principio. Sin enterarnos por tanto cambio, la temporada de campo a través se hizo muy corta, el 24 de febrero de 2008, fue el Campeonato de Aragón de Cross en Barbastro, quedé subcampeón absoluto, sólo por detrás de Eliseo Martín, muy contento, más si cabe porque varios de mis amigos de toda la vida vinieron a animar aquel día.

No tan contento me levanté al día siguiente, con unas molestias intensas en el empeine del pie izquierdo. El circuito del día anterior estaba muy duro y yo arriesgué y corrí con zapatillas de clavos, error. La semana siguiente fue el Campeonato de España de Cross por Clubes, esta vez en el hipódromo de La Zarzuela, en Madrid, los dolores fueron aumentando, pero pude correr. Llegando en una 37ª posición absoluta acorde con lo esperado. Dos semanas más tarde, era el Individual, en Tarancón.

Los días anteriores fueron de entrenos inacabados, pinchazos y malas sensaciones. Decidimos visitar nuevamente al Dr. Fernando Sarasa, el 14 de marzo de 2008, observó que había complicaciones en el segundo metatarsiano del pie izquierdo. El día 16 corríamos en Tarancón, así que decidí arriesgar, y el Dr. Sarasa me infiltró para intentar soportar el dolor de la carrera. Descanso hasta el día de la competición. Disparo de salida, el primer kilómetro buenas sensaciones, pero al tercero me retiré, imposible continuar. Un año después, en el Campeonato de España de Cross nuevo punto de inflexión, esta vez, hacia abajo.


Ya en casa, tras una gammagrafía ósea, se veía una fisura por estrés en el segundo metatarsiano del pie, con posibilidad de que el hueso se terminara por fracturar de seguir intentando entrenar. Tratamiento, reposo deportivo. Vuelta a las andadas. Hasta finales de julio, sin correr. Otro alto en la progresión. Verano de descanso, de procurar no darle muchas vueltas a la cabeza. Por fortuna, me repuse sin recaídas de la fisura, que era el mayor miedo.

A tiempo vista, la decisión parecía fácil, desde las primeras molestias tendría que haber parado, pero verte entrenando, la posibilidad de competir en un nuevo Campeonato de España, no es sencillo decir basta. Viajar y competir contra uno mismo y que el resto te ponga en tu lugar, son unas de las cosas por las que amo este deporte.

Terminaba la temporada 2007/08 y yo comenzaba a correr. Lo bueno que tiene el Medio Maratón de Barbastro, que al ser a finales de septiembre, a final de temporada, vemos una oportunidad de competir, se puede plantear un objetivo apetecible para contrarrestar la incomodidad de entrenar con los 30 ó 35 grados de final de verano. Además de todo esto, correr en casa siempre es del agrado de uno.

Me despido hasta una próxima entrega, donde proseguiremos en este punto.

Saludos y ser felices!!!



1 de mayo de 2011

Eterno desierto (II)

            Tras el descanso de 2004 y estrenando plantillas, retomamos progresivamente los entrenos. Al tener un apoyo tan agresivo, el contacto con superficies más blandas me beneficiaba. Así pues, en la temporada de campo a través mejoraba a pasos agigantados. Pero al acabar, llegaba la pista, y con ello, entrenos en superficie dura, muchas veces con clavos. Fue en esta época, cuando empecé a coger miedo al tartán. Habíamos solventado los problemas de rodilla, pero el cambio de fuerzas en el pie seguía, sino lo soportaba la rodilla, dicha fuerza la sufriría otra parte de mi cuerpo, no desaparecería sin más. Un insignificante oasis me concedieron aquellas ansiadas plantillas, coged agua y algo de provisiones porque viene otra travesía por el desierto. Mucho se habla sobre la soledad del corredor de fondo, pero es mucho mayor el desasosiego y la soledad que sufre el corredor de fondo lesionado.

Al cabo de unas semanas entrenando en pista, los problemas aparecieron. Esta vez, el diagnóstico fue más sencillo, periostitis tibial. Se trata de una lesión muy común en corredores, consiste en la inflamación del periostio, una capa que envuelve al hueso, en este caso la tibia. Se caracteriza por ser una zona muy sensible, debido a que llegan los vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que alimentan al hueso. ¿Causas? Muchas posibilidades, entre ellas, superficie dura de entrenamientos, gran intensidad o acumulación de cargas de entreno, escasos masajes para descargar la zona, etc., y con mi paso por la pista todas esas causas se entremezclaban. “Erase un hombre a una bolsa de hielo pegado”, parafraseando a Quevedo. Hielo como tratamiento para disminuir la inflamación. Usé vendajes con cinta adhesiva, sin mejoría. También recurrí a las famosas medias de compresión que por ese año salían al mercado, funcionaban pero el dolor era demasiado intenso como para ser tan fácil el remedio.


Tampoco fueron todo penas en el terreno atlético. Una de las alegrías fue que siguieran contando conmigo en las concentraciones del Sector de Fondo desde la Federación Española de Atletismo. Así durante los años 2004 y 2005, pude acudir a distintas concentraciones que se organizaban para Semana Santa y Navidades, en Benicassim (Castellón), Valencia, Madrid o Sevilla. Unos días para que entrenáramos juntos, atletas internacionales y otros con posibilidades de serlo.

Volviendo al tema. Nos plantamos a finales de junio de 2005, en el Campeonato de España de 10.000m en categoría sub-23 en Gijón. Objetivo realizar una marca de 30´15”, ya que era la mínima de participación para el Campeonato de Europa de ese año. El cometido era complicado. Había entrenado pero no lo suficiente para merecer hacer la mínima. Llegué a meta con un tiempo de 30´53”90 y con una medalla de chocolate por el cuarto puesto final. Después de no cumplir con este objetivo ambicioso y con la periostitis dando cada vez más guerra, llegaron unas semanas de descanso en verano.

Meses más tarde, se inició la temporada 2005/06. Un invierno que pasó sin mucha pena ni gloria, la temporada de campo a través de mi despedida de la categoría sub-23. Entrenos notables, pero poca continuidad. A las pocas semanas de comenzar con la pista, los pinchazos de antes de concluir la temporada anterior se acrecentaron peligrosamente. Hielo, fisioterapia, estiramientos, plantillas renovadas anualmente y seguíamos en el mismo punto. Buscábamos soluciones en los profesionales de la medicina y la receta era siempre la misma, por eso la desesperación volvía a aparecer. Conseguía entrenar unos días, y seguidamente los mismos días de parón.

            Lesión muy común entre corredores, como he dicho. Allá por la primavera del 2006, apareció en escena Xavi Caballero, un maratoniano internacional absoluto de 2h10min, ahí es nada. Xavi vino a vivir a Monzón, a que le entrenara Phondy, y a compartir entrenos con Eliseo Martín, buscando la forma de intentar volver a conseguir esas marcas que acreditaba hacía unos años. Por medio de Xavi, que había tenido el mismo problema, pude visitar en Barcelona al Dr. Balius, él había curado su periostitis tibial. La consulta consistió en una infiltración de un material viscoso, como gelatinoso, ácido hialurónico creo recordar. El tratamiento fue esperar a correr tres o cuatro días. ¿Así de sencillo? Sí. Al cuarto día me puse a correr y el dolor había desaparecido (y así sigue). Mucho tiempo perdido hasta toparme con el Dr. Balius.

            Finalizada la temporada de pista de 2006, había corrido únicamente con mi actual equipo Hinaco Monzón, dos fases de la Primera División del Campeonato de España de Clubes. Nos salvamos un año más, pero no fue por mi participación que fue para olvidar. Aquel verano de 2006, compañeros de entreno como Javi Yerno, Sergio Supervía y Pablo Almunia preparaban un maratón, y a finales de septiembre disputaron el medio maratón de Barbastro. Me uní a ellos, algunos entrenamientos en la preparación, y me animé a debutar en un medio maratón. Así me planté en la salida del medio maratón, falto de entreno pero con ganas de debutar. El experimento no acabó como esperaba, empecé demasiado fuerte y llegué a meta de casualidad, un debut en 1h15´08”.


            Con este capítulo, he intentado plasmar muchos meses, resumidos en unas líneas tan apenas. Parón tras parón, imposibilidad de acumular, y en este deporte, no veo otra forma de conseguir resultados que entrenando, entrenando y entrenando. Al no ser esto posible, encontrar un rumbo claro se hacía difícil. ¿Quizás estuviera cerca el próximo oasis? La temporada 2006/07 estaba a punto de comenzar.

Consejo: siempre que os aparezca alguna lesión es necesario visitar al profesional médico competente, contrastar opiniones. Cada caso puede ser distinto por mucho que se puedan asemejar las molestias.

            Salud y saludos!!!