Pasan los días y las semanas volando. Echo la mirada atrás y no me gusta lo que veo. No tan a menudo como me gustaría, vuelvo a plasmar la poca actividad de estas semanas en el blog. Escribir con la frecuencia que pensaba inicialmente sería transformar un blog, que pretendo que sea alegre, ameno y curioso en mi muro de las lamentaciones particular. De ahí, este pequeño remanso. Me hubiera gustado comentaros que estoy entrenando con normalidad y que estoy preparando esta prueba, o aquel reto, pero no es así.
Terminamos junio, algo mejor de lo que terminó mayo, pero con avances muy limitados, casi desesperantes y cogidos con alfileres. Renunciando a cualquier objetivo en esta temporada 2010/11, mi meta principal es y va a ser recuperar la lesión 100% durante este verano, para poder empezar la nueva temporada con normalidad.
El 8 de mayo volví a Barcelona, a la consulta del Dr. Balius, debido a la persistencia de la tenosinovitis y de su pariente, el ya “agradable” dolor. Por segunda vez, tratamiento con factores de crecimiento. Tras su correspondiente descanso, la tercera semana de mayo empecé a correr de forma muy suave y por intervalos de escasos kilómetros y de días, aumentando poco a poco, en un continuo tira y afloja donde primaba que siguiera ausente el dolor por encima de cualquier otra sensación o ritmo.
De momento, parece que no duele como al principio, es un avance. Esta semana ya empecé con suaves tiradas de 10 kilómetros. Quedan secuelas de molestias, y hasta que no desaparezcan por completo no pasaré de esos 10 – 12 kilómetros. Como novedad, he vuelto a desfilar por el gimnasio para fortalecer todos los grupos musculares de la zona. Desde que terminara el cross allá por febrero, no lo volví a pisar por otras molestias, que me lo imposibilitaban, y espero que sea el empujón definitivo.
Por otro lado, dado que hemos finiquitado la temporada de competiciones, que no de entrenamientos (mientras se pueda). Estamos en fechas de retomar poco a poco, las salidas al monte que tanto me aportan, tanto física como mentalmente. Una forma ideal para desestresar, y después de todos estos meses volcados en el atletismo, me vendrán bien para desconectar. No por el cansancio del entrenamiento, que estos meses ha sido ínfimo, sino más el estrés de ir a entrenar pensando en qué momento volverá el dolor. Barrancos, vías ferratas, senderismo, escalada, todo será bienvenido.
El último recurso, para terminar de curar la lesión, vendrá en agosto. Unos 18 días de vacaciones merecidas, recorriendo la zona de la Costa Oeste de Estados Unidos. Mar, desierto, parques naturales y también como no, Las Vegas, San Francisco y Los Ángeles. Reposo atlético total.
A la vuelta de las vacaciones espero poder estar dando el callo. Porque se echan en falta tanto o más, los entrenamientos con el grupo que las mismas competiciones. En referencia a esto, una frase que tiene mucho sentido para mí, la dijo Bob Knight, el Mourinho del baloncesto universitario en Estados Unidos, “la clave no es el deseo de ganar, todo el mundo lo tiene. Es el deseo de prepararse para ganar lo que es importante”.
Desde estas líneas, daros mucho ánimo a todos los que estéis preparando alguna meta en estas semanas y meses, por la dificultad de entrenarse con estas temperaturas, en especial a los maratonianos y distancias parejas.
