Soñador del atletismo en busca de sus límites...

16 de septiembre de 2011

¿Vacaciones...?

Vacaciones, hay muchos sentidos para definir esta palabra. Estos significados pueden pasar desde el mejor momento del año, es más esperado, el motivo con el que levantarse cada día, la ilusión de contar los días que faltan para disfrutarlas. Por el contrario, están las vacaciones “forzosas”, el momento de parar, cambiar tu rutina espartana y dedicarte a llenar tus huecos diarios en otras actividades. Por el momento, vengo de la primera acepción directo a la segunda. ¿El futuro? Ya no me atrevo a poner plazos, únicamente dar todo lo que esté al alcance de mis posibilidades para volver a mi añorada rutina espartana.

Desde que arranqué la hoja del calendario de Junio, han caído la de Julio y Agosto por el mismo camino. Empezamos Julio peor de lo que acabamos Junio, y fue el momento de parar de correr. Buscar otras distracciones, nuevas inquietudes. A consecuencia de esto, dejar el blog de lado; no me gustó cuando estaba empezando, pero los ánimos mueven mi mundo, y el no poder hacer lo que más me gusta, me dejaba sin ganas de continuar. Intentaré ir contando mis progresos, ya sean hacia delante o hacia donde sea. De momento, os pondré al día.

El tratamiento para paliar el problema del tendón flexor del primer dedo no funcionaba al 100%. El 5 de Julio, fue el último día que corrí, un rodaje de 10 kilómetros en algo más de 37 minutos, podía correr pero el dolor con el paso de los días era insufrible, y lejos de recuperarme, empeoraba. Dicen que el cuerpo humano es muy sabio y se regenera sólo, aplicándole el tratamiento correcto. Visto semanas a posteriori, estaba claro que el tratamiento no era el idóneo.

Barranco Ordiso en el Valle de Bujaruelo (Huesca). Foto de Édgar Sánchez.

Comenzaban nueve semanas y media, donde me olvidé por completo de tiempos, de ritmos por kilómetro, de kilómetros semanales, de zapatillas, de quedar para entrenar, de todas esas rutinas que endulzan parte de mi día a día. Por el contrario, he dedicado el verano a desconectar del atletismo y a despejar mi mente, viajar con amigos ayuda a distraerse, juntarse a cenar y charlar con gente a la que aprecias ayuda a pasar mejor por estos tramos, y hasta el trabajo es una válvula de escape más que válida.

Junto al Bellagio en Las Vegas (EEUU)

Desde principios de este mes, y apenas sin molestias, las ganas de calzarme las zapatillas iban aumentando exponencialmente, pero el miedo a ver la cruda realidad me llevaba a dejar pasar los días. Había terminado el no retransmitido Mundial de Atletismo en Corea del Sur, que a nivel nacional pasó sin pena ni gloria (gracias RTVE ¿Pasión por el deporte…?), pero para mí significó espabilarme. Ver cualquier acontecimiento atlético, ya sea desde un Mundial hasta una carrera de fiestas de un pueblo, me hace contagiarme de las ganas de salir a correr. Desde salir al balcón de casa y ver gente corriendo, hasta que tus amigos (los que me decían que correr es de cobardes y semejantes guiños) les esté picando la curiosidad y se junten para salir a correr. Cualquier excusa es buena para trotar unos kilómetros.

Esta semana fue el momento, me decidí este lunes y martes a salir a correr con dos amigos, que pasarían más por armarios roperos que por atletas, pero ganas le ponen. Mis sensaciones no fueron buenas, casi setenta días y seguíamos igual que antes. Este miércoles 14 tenía cita en Barcelona, con el Dr. Balius, en la nueva Clínica Diagonal, nueva exploración y le comenté las mismas impresiones de la última visita. No era normal, había que observar mediante nuevas pruebas la articulación para ver que sucedía. Directo a la Clínica Creu Blanca, resonancia magnética y resultados al instante, gracias al Dr. Alomar, un fenómeno.

Resonancia magnética a 14-09-2011

Vuelta a la consulta del Dr. Balius. Su mirada de alivio al ver la resonancia y las conclusiones, me infundó una sensación de calma y tranquilidad. Cambio de consulta, nueva exploración por el Dr. Jordi Ardévol, especialista en cirugía, miembro además de la Comisión Médica de la Liga de Fútbol Profesional y exjefe de los servicios médicos del F. C. Barcelona, descartando la intervención quirúrgica, por ser físicamente imposible llegar a la zona cero de la lesión. Conversaban, dialogaban y compartían puntos de vista en un lenguaje médico indescifrable para mí.

Más tarde ya en su consulta, el Dr. Balius me resumió la situación con estas palabras “te pasa exactamente lo mismo que le pasó a Rafa Nadal en la rodilla”. Seguía sin saber si eso era bueno o malo. Al parecer, en la resonancia aparecía una mancha blanquecina, que determina un notable edema óseo, consecuencia de kilómetros y kilómetros de microtraumatismos de la articulación contra el suelo. El problema no era tanto ligamentoso, que en parte también había desgarro tendinoso, sino que el mayor problema era el óseo. Con el paso de los instantes, la sensación de calma y tranquilidad, se convirtió en una sensación de pánico y desconfianza. Las primeras preguntas de cualquier deportista lesionado salen solas, “¿Podré volver a correr?”. Por su boca, salió un “sí” tranquilizador, acompañado de un maldito “pero”. La siguiente pregunta era obligada: “¿Cuándo?”.
Edema óseo redondeado (color blanquecino)

Recuperación. La recuperación va ser larga, ya que el hueso está bastante dañado, serán necesarias nuevas pruebas para ver el alcance y la robustez del maléolo. El tratamiento llevado hasta la fecha, funcionaba en los tendones, pero no en los huesos. El gran problema, ha sido que en la primera resonancia magnética no aparecía dicho edema óseo con tanta claridad.

Tratamiento. Reposo deportivo total y magnetoterapia serán el camino. Reposo para no seguir dañando el hueso y magnetoterapia durante mínimo dos meses para recuperarlo. Me voy a adentrar en la medicina magnética, será de los pocos campos que me queden por visitar a este ritmo. Mismo tratamiento que Rafa Nadal, alquilar una máquina de magnetoterapia y usarla hasta durmiendo.

Le pedí al Dr. Balius que me dijera un plazo aproximado, a grandes rasgos según su opinión, y el resultado fueron entre 3 y 4 meses si la rehabilitación y el tratamiento van muy bien. Aún no lo he digerido del todo, me extraña saber que voy a estar mínimo hasta 2012 sin calzarme las zapatillas. No lo he digerido, pero estoy tranquilo, porque ese “sí” es todo lo que necesito. Este último tramo de año, voy a tener que replantearlo de otra manera, buscarme tareas y la primera me gustaría que fuera la Universidad, espero poder dar el empujón definitivo para terminar mis estudios universitarios. Entre trabajar, estudiar y estar con mi gente, llegaré a 2012 en un visto y no visto.

Para empezar, este lunes 19 tengo el TAC donde sabremos si hay fisura ósea o no, y el martes me desplazaré hasta Barcelona para hacerme con la máquina de magnetoterapia.

Algunos ya me conocéis, y otros con el paso de las entradas me vais conociendo, y es que me gusta apoyarme en frases positivas en estos momentos, por muy negativo que sea a veces. Para este momento, la idónea creo que es esta: “la fortaleza mental es a la física como cuatro es a uno”, de Bob Knight, como en la última entrada. Sé lo que busco y lo voy a encontrar, apenas tengo tres o cuatro cosas claras en mi vida, pero una de ellas es esta.

¡¡Sean felices!! Yo lo soy un poco más, después de contároslo y desahogarme.