Soñador del atletismo en busca de sus límites...

29 de enero de 2012

Sin figuras, parejas, tríos, color ni escalera.

            Apenas una decena de días he tardado en confirmar mi futuro a corto y medio plazo. Alcancé la cima de ese alto muro, pero me caí y ante mí se presenta un nuevo muro. Empiezo a estar cansado de remar contra viento y marea, pero habrá que seguir sacando fuerzas de donde no las hay, ya que el dolor me está empezando a molestar y limitar en mi rutina diaria.  

            Perdidas las fichas, perdido el ánimo, sólo me quedaba por esbozar una sonrisa de circunstancias, levantarme y seguir en busca de una solución, una solución que cuanto menos, digamos que se resiste. Ya tenemos la confirmación de que esta temporada no va a ser de las mejores atléticamente para mí, sin haberme podido calzar las zapatillas, las dejaré bien guardadas lo que resta de temporada. Así que debería bajar  el telón,  finalizar la función y dar por  finiquitada esta temporada, recuperar lo que haya que recuperar e ir pasito a paso.
              

            Este viernes pasado, viajamos con Fernando García, “Phondy”, nuevamente a la Clínica Diagonal a la consulta del Dr. Balius, con la comentada resonancia en la última entrada al blog. El apoyo de mi entrenador en estos momentos está siendo de gran ayuda y el que estuviera conmigo en la visita médica más todavía.
           
            Tras ver las pruebas el Dr. Balius, nos comentó lo que él veía. El edema óseo sigue prácticamente intacto (la misma mancha blanquecina de la resonancia de septiembre), pero la novedad es que tras ese edema, está asomando una fisura por estrés en el hueso. Al parecer eso sería una buena noticia, y aunque, que se fisure un hueso nunca puede ser algo que infunda confianza, en este caso la fisura permite que la lesión esté siendo cada vez más externa, con lo cual, sería más accesible para el posible tratamiento quirúrgico.

            Esta lesión, según nos comentó el Dr. Balius, es muy inusual, conoce muy pocos casos y los que haya podido examinar son en atletas. El tratamiento que nos presenta el doctor, sería fijar el maléolo tibial con un tornillo, para impedir que la fisura evolucione y acabe en fractura. También para permitir que se regenere, ya que al ser el edema interarticular, el líquido interarticular estaría introduciéndose en la fisura imposibilitando que se cierre por sí solo. Tras esto, como el tratamiento expuesto en la última entrada, hacer varias punciones en el hueso, para que sangre y liberar de presión el edema. Una maravilla.

Buscando información, esta sería aproximadamente la ubicación del tornillo
 
            Para conocer el ángulo de la fisura por estrés y su intensidad, me voy a someter en las próximas fechas a un nuevo TAC. A partir de ahí, el tratamiento que nos presentó el doctor podrá verse al 100%, y entraremos a valorar.

            Como casualidad nos dijo el Dr. Balius que su padre fue de los primeros en España en tratar esta lesión en los años 70, publicando casos clínicos en revistas  médicas de EEUU. Al llegar a casa lo primero que hice fue buscar información, dudaba encontrar algo por ser tan antiguo, pero definitivamente en Internet está todo. Sólo tenéis que buscar en Google "Balius Juli Maleolo" y el primer resultado es el enlace al estudio por si queréis curiosear, es interesante y además muestra gráficamente la lesión.

             Phondy no me dio tiempo a preguntarlo, (también está deseoso que empiece a correr cuanto antes, y es que soy su quebradero de cabeza particular, más tiempo entre consultas médicas que en las pistas) y curioseó por el tiempo de recuperación tras la posible operación. En principio serían unos tres meses desde la operación, aún falta el TAC, su resultado, decidir qué hacer y ver finalmente si me opero. En resumen, cuatro meses más no me los quita nadie para que volviera a correr.

            Hay un proverbio chino que dice que “quien cede el paso, ensancha el camino”. Así que, me dispongo a bajar el ritmo y disfrutar de las cosas que no puedo hacer cuando estoy entrenando, tengo cuanto menos, cuatro meses más para disfrutar de las “vacaciones”.

            Cuando tenga novedades, os las comentaré puntualmente. Sean felices!!!



17 de enero de 2012

Pendiendo de un hilo

          Han pasado cuatro largos meses, desde la última vez que me sentaba a escribir unas líneas en el blog. Algunos de vosotros me preguntabais que porqué no seguía escribiendo… ¿la razón? no había grandes novedades en mi tobillo. Pero aún así, os seguíais preocupando y seguíais visitando el blog para estar al día, desde aquí quiero daros nuevamente las gracias por el apoyo que he ido recibiendo.

   
         Me despedí allá por septiembre deseando que fuerais felices, y me reincorporo en este nuevo 2012, deseándoos lo mismo para este nuevo año que acaba de comenzar. Me disculpo por no haber despedido el año que se iba y recibido a este 2012 en la blogosfera, pero se podría decir que he intentado desconectar del atletismo todo lo que he podido y más.

            Aunque no haya mucho que contar sobre la lesión, ha sido ponerme delante del ordenador y del blog nuevamente, y volver sentir la necesidad de escribir y escribir. Podríamos hablar de atletismo, y os comentaría mi indignación con algunas de las noticias habidas durante estos meses, mi entusiasmo por pocas, mi tristeza por alguna y mi alegría por varias; pero en su gran mayoría, mi envidia por casi todas.

            No pretendo extenderme mucho, pero no quiero dejar sin nombrar dos de esas noticias. Por un lado, la alegría de ver como la San Silvestre de Barbastro ha sido un rotundo éxito este año, con una excelente participación, agotando las inscripciones varios días antes de la celebración de la prueba y siendo una gran fiesta del atletismo ¡Bravo!. Y por el contrario, la tristeza, de ver como una compañera y amiga, no conseguía su propósito en la Maratón Internacional de Castellón, de realizar la marca mínima de los Juegos Olímpicos de Londres, después de muchos meses viviendo por y para ese día. Es frustrante, pero nadie dijo que fuera fácil. ¡Ánimo Mariajo, a por la de primavera!.

            Os voy a poner al día de los pasos seguidos con la lesión. El 19 de septiembre, tuve un TAC, y los resultados descartaron evidencias ni de fractura ni de fisura por estrés. Así que como os comenté, alquilé una máquina de magnetoterapia, forma de uso muy parecida a los famosos Compex, con la salvedad de no notar nada. Pasaron dos meses con la magnetoterapia, dos meses portando la dichosa máquina hasta en el trabajo, había que aprovechar cualquier tiempo que fuera posible. El reposo deportivo se convertía, en sesiones y sesiones de magnetoterapia, pero el dolor seguía prácticamente igual, sin remitir.

            Me intenté olvidar de la lesión, me olvidé del tratamiento a finales de Noviembre y me centré en los estudios, más por distracción que por interés, más por ganas de terminar que por alguna perspectiva futura. Pero, la sorpresa ha sido que me han venido muy bien, se han pasado los meses más amenos, no he tenido tanto tiempo libre como pensaba y en pocos días me presentaré a los exámenes con parte del trabajo hecho. Esta satisfacción me anima a seguir. Dicen que “no hay mal que por bien no venga”… aunque también dicen que “no hay mal que cien años dure”, así que, a ver si te das por aludido “querido” edema.

            El 29 de diciembre, me realizaron una nueva resonancia magnética para ver la evolución del edema óseo, para ver si por fin había desaparecido o cuanto había disminuido, en definitiva, me presentaba al examen para el que más había estudiado y mejor me había preparado. Ayer me dieron la nota.

            Esta vuelta al blog no es para comentaros mi próxima línea de meta, esta vuelta es para deciros que estoy llegando a lo alto de un muro, tras el cual, espero divisar por fin con algo de claridad que me deparará el futuro en este deporte. Hace años jugaba a correr, pero decidí apostar casi todo a una jugada, la carta era el atletismo; con mi mano hice un arriesgado movimiento, que cambió mi forma de vida, y que en próximas fechas veremos si me reengancha a la partida o si, Dios no lo quiera, me quedo sin fichas.


            Ayer me dieron la nota, y suspendí. En la resonancia se veía el edema óseo con el mismo tamaño prácticamente, es decir, cuatro meses de tratamiento, cuatro meses de tiempo, sacrificio y esfuerzo… para nada. Ayer fue un día bastante duro… bueno, en realidad, fue un día bastante jodido. Ayer lo veía todo negro, ayer fui el avestruz que se entierra la cabeza en la arena y se quiere olvidar de todo, y no me gustó. Hoy, he decidido levantarme, pensando que el dolor va a menos y aunque el edema óseo siga estático, puedo andar. Y es que en este tema, ¿al final hay algo más importante que poder andar?, no me puedo quejar.

            El traumatólogo que me visita, cree que la única opción viable es operar, por medio de una artroscopia. Si es la única opción, no dudaré. Pero tengo que valorar, tengo que pensar y tengo que meditar, a priori puede parecer una operación sencilla, mas toda operación tiene sus riesgos. He pedido alternativas, informaciones, opciones y opiniones a personas entendidas en el tema y espero decidirme cuánto antes.

            Dado que el edema óseo después de seis meses, sin realizar ninguna actividad deportiva, no tiene pinta de remitir por su propia voluntad, hay que pensar entre actuar o desistir. Desistir no se escribe y correr es inviable, ya que el dolor sigue allí. Por lo que se podría decir que… estamos a las puertas de un quirófano.


            Volveré pronto. Sed felices.