Soñador del atletismo en busca de sus límites...

5 de mayo de 2011

Eterno desierto (III)

            Más que la tercera parte del “Eterno desierto”, se podría denominar “Cambio de rumbo” y es que los meses siguientes que estaban por venir, fueron de muchos cambios. Volveremos a vivir los sabores y sinsabores de este mundillo, y así poco a poco os voy poniendo al día de mis andanzas y vamos acercándonos a la actualidad. Tengo ganas que centrarme en el presente y en el futuro, pero me gustaría que vierais la evolución llevada y quizás entendáis mejor el porqué de alguna de mis decisiones.

Con el inicio de la temporada 2006/07 emprendí mi etapa en la categoría Senior. Categoría donde estaré, si todo va bien, hasta mi paso a Veteranos, dentro de unos cuantos años. Como habréis visto, las anteriores temporadas no fueron todo bien que nos hubiera gustado tanto a Phondy, como a mi familia, como a mí. Con 22 años recién cumplidos era el momento de apostar, de arriesgar por un deseo, por un sueño.


Por el 2006 comenzaba un nuevo curso en la Universidad de Zaragoza, seguía cursando Administración y Dirección de Empresas, pero desde siempre me había gustado tocar muchos palos y aunque los estudios me costaran más tiempo, mi deseo era seguir haciendo lo que más me gustaba. Vivía en Zaragoza y entrenaba prácticamente en solitario. Necesitaba centrarme en algo. Por muchas bofetadas que me dieran las lesiones, yo ponía siempre la otra mejilla. Necesita cobijarme en un grupo de entrenamiento para que no se hiciera tan duro entrenar a diario. Pero los estudios no los debía ni quería dejar.

En las Navidades de 2006, hablando con Phondy, surgió la posibilidad de ir vivir a Monzón con Xavi Caballero, centrarme en entrenar unos meses, ver si realmente merecía la pena el esfuerzo o dejarlo y centrarme en mi carrera académica. Decidí arriesgar, no quería quedarme con la sensación de no haberlo intentado por todos los medios. Cara o cruz.

Sabíamos que era un año complicado, porque comenzaba mi andadura por la categoría Senior, el paso a competir con los atletas de élite. Mi objetivo no era ese, mi objetivo era ver que progresión podría llevar. Comencé el año 2007 en Monzón, entrenando con gente a diario, centrado en el atletismo, corriendo con el sol matutino, descansando las horas necesarias, pudiendo doblar sin complicaciones, con un compañero de piso como apoyo determinante, vida más independiente y a la par nuevas responsabilidades. Me gustaba. Volaba del nido, estaba con ganas de no fallar a nadie, de no fallarme a mí mismo. Mi estado de ánimo siempre va emparejado con mis sensaciones a la hora de prepararme. Estaba motivado y eso se notaba entrenando. Era feliz.

A finales de febrero e inicios de marzo, llegaría un primer punto de inflexión, llegaron los Campeonatos de España de Cross, primero en Jerez de la Frontera por equipos, y más tarde en Cáceres por autonomías. Resultados aceptables para la carga de trabajo que llevaba. Con cuatro meses de trabajo en Monzón, encadenando entrenamientos notables llegó el momento de competir y valorar el trabajo. El resultado fue muy satisfactorio, corriendo en seis semanas, entre finales de abril y principios de junio, cuatro carreras, haciendo marcas personales en las cuatro. 

Liga de Clubes en Primera División. 3.000m.
En primer lugar, en la Liga de Clubes en Primera División con mi equipo en el 3.000m, 8´29”54. La semana siguiente corriendo el Medio Maratón de Zaragoza en 1h08´21”. A continuación, dos semanas después, me desplacé a Vigo a correr un 10.000m, 29´56”83. Por último, otras dos semanas más tarde, en Barcelona competí en 14´40”25 en 5.000m. Al caer la moneda había salido cara.

Los resultados eran positivos, pero vimos con Phondy, que podría seguir habiendo margen de mejora. De hecho en el 10.000m pasé por el 5.000m, a mitad de carrera, en un tiempo de 14´48”, buen paso, pero lo penalicé en la segunda parte. Me quedé con ganas de más en ese 10.000. A las dos semanas, parar en crono en 14´40”, me supuso marca personal, pero viendo el paso del 10.000m me supo a muy poco. Lo importante era y es ir avanzando, aunque sea poco a poco, cualquier paso adelante me sirve.

Aquel verano con los deberes cumplidos, me dediqué a correr carreras pedestres por Aragón, como forma de intentar mantenerme en forma y de divertirme. Hasta 25 carreras llegué a disputar ese verano. Además me busqué otras distracciones. Me preparé una oposición para trabajar, quería quedarme por la zona, poder seguir entrenando como aquella primera mitad de año, gracias en gran parte a Xavi. Todos tenemos claro que el atletismo no es como otros deportes más mediáticos, y había que buscarse dónde ganarse el pan. Había sido medio año viviendo por y para el atletismo pero, por el momento, no era forma viable de vida.

Finalizaba el verano y empezaba una nueva temporada, la 2007/08. Después de concluir un gran año de entrenamientos y competiciones, había una buena base donde comenzar a trabajar. Nuevos planes de entreno y la campaña de campo a través por iniciarse, con el objetivo final del Campeonato de Aragón Individual en casa, en Barbastro e intentar hacer un gran puesto en el Campeonato de España Individual en Tarancón (Cuenca).

Pero mi primera meta era la oposición, que llevaba medio año preparando, y que sería a mitad de noviembre. Hasta esos días sí que prioricé en el estudio, dado que si no aprobaba, no habría más opción que la de volver a entrenar en Zaragoza, solo, y retomar mis estudios universitarios. Finalmente, aprobé la oposición, y conseguí un trabajo, si bien era a turnos, me dejaba bastantes horas libres al día además de días de descanso. Me enfrentaba a un nuevo reto, intentar conseguir acumular la cantidad de trabajo del invierno pasado quitando ocho horas al día.

No diré que fue fácil, pero con ganas todo se consigue y tarde o temprano, me acabé acostumbrando al trabajo y al entreno. Doblar algunos días de descanso del trabajo y así conseguía ir entrenando al principio. Sin enterarnos por tanto cambio, la temporada de campo a través se hizo muy corta, el 24 de febrero de 2008, fue el Campeonato de Aragón de Cross en Barbastro, quedé subcampeón absoluto, sólo por detrás de Eliseo Martín, muy contento, más si cabe porque varios de mis amigos de toda la vida vinieron a animar aquel día.

No tan contento me levanté al día siguiente, con unas molestias intensas en el empeine del pie izquierdo. El circuito del día anterior estaba muy duro y yo arriesgué y corrí con zapatillas de clavos, error. La semana siguiente fue el Campeonato de España de Cross por Clubes, esta vez en el hipódromo de La Zarzuela, en Madrid, los dolores fueron aumentando, pero pude correr. Llegando en una 37ª posición absoluta acorde con lo esperado. Dos semanas más tarde, era el Individual, en Tarancón.

Los días anteriores fueron de entrenos inacabados, pinchazos y malas sensaciones. Decidimos visitar nuevamente al Dr. Fernando Sarasa, el 14 de marzo de 2008, observó que había complicaciones en el segundo metatarsiano del pie izquierdo. El día 16 corríamos en Tarancón, así que decidí arriesgar, y el Dr. Sarasa me infiltró para intentar soportar el dolor de la carrera. Descanso hasta el día de la competición. Disparo de salida, el primer kilómetro buenas sensaciones, pero al tercero me retiré, imposible continuar. Un año después, en el Campeonato de España de Cross nuevo punto de inflexión, esta vez, hacia abajo.


Ya en casa, tras una gammagrafía ósea, se veía una fisura por estrés en el segundo metatarsiano del pie, con posibilidad de que el hueso se terminara por fracturar de seguir intentando entrenar. Tratamiento, reposo deportivo. Vuelta a las andadas. Hasta finales de julio, sin correr. Otro alto en la progresión. Verano de descanso, de procurar no darle muchas vueltas a la cabeza. Por fortuna, me repuse sin recaídas de la fisura, que era el mayor miedo.

A tiempo vista, la decisión parecía fácil, desde las primeras molestias tendría que haber parado, pero verte entrenando, la posibilidad de competir en un nuevo Campeonato de España, no es sencillo decir basta. Viajar y competir contra uno mismo y que el resto te ponga en tu lugar, son unas de las cosas por las que amo este deporte.

Terminaba la temporada 2007/08 y yo comenzaba a correr. Lo bueno que tiene el Medio Maratón de Barbastro, que al ser a finales de septiembre, a final de temporada, vemos una oportunidad de competir, se puede plantear un objetivo apetecible para contrarrestar la incomodidad de entrenar con los 30 ó 35 grados de final de verano. Además de todo esto, correr en casa siempre es del agrado de uno.

Me despido hasta una próxima entrega, donde proseguiremos en este punto.

Saludos y ser felices!!!



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